Antonio Rodríguez Almodóvar nos escribe:
En el número de marzo de esta revista publiqué un artículo, de carácter más bien preventivo, sobre la que se nos venía encima con esto del centenario del Quijote, en materia de adaptaciones infantiles y juveniles; sobre los muchos peligros que entrañaba una ocasión tan sonada, y que en síntesis eran, y son: minimizar, infantilizar, ridiculizar o distorsionar la novela de Cervantes. Ya entonces me costó trabajo espulgar en las librerías algo que mereciera la pena y que no hubiera incurrido en algunos de esos riesgos, o en varios a la vez. Pero es que conforme se acerca el suceso, van llegando al mercado algunas versiones y adaptaciones, que empeoran lo ya visto.
Seguid leyendo el artículo AQUÍ
En el número de marzo de esta revista publiqué un artículo, de carácter más bien preventivo, sobre la que se nos venía encima con esto del centenario del Quijote, en materia de adaptaciones infantiles y juveniles; sobre los muchos peligros que entrañaba una ocasión tan sonada, y que en síntesis eran, y son: minimizar, infantilizar, ridiculizar o distorsionar la novela de Cervantes. Ya entonces me costó trabajo espulgar en las librerías algo que mereciera la pena y que no hubiera incurrido en algunos de esos riesgos, o en varios a la vez. Pero es que conforme se acerca el suceso, van llegando al mercado algunas versiones y adaptaciones, que empeoran lo ya visto.
Seguid leyendo el artículo AQUÍ